Leila Guenther, autora brasileña, publicará a fines de octubre, por primera vez en lengua castellana, su libro de cuentos El vuelo nocturno de las gallinas1 bajo el sello de Borrador Editores: una excelente oportunidad para acercarnos un poco más a una tradición literaria tan cercana y remota al mismo tiempo.
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JV: Esta es la primera traducción de su obra en el Perú ¿cómo ve esta experiencia de poder llegar al público hispanohablante?

LG: Creo que nosotros, los brasileños, estamos medio apartados de lo que sucede en América Latina por causa de la barrera del idioma: somos los únicos que no hablamos español. Siento la falta de más intercambio cultural entre Brasil y sus vecinos. Así, para mí está siendo gratificante la experiencia de ser traducida en el Perú, porque eso significa que mi trabajo podrá ser leído en la lengua mayoritaria de América.

JV: A propósito del Nobel a Mario Vargas Llosa, ¿cuáles son tus referencias respecto a la literatura peruana y en español?

LG: Personalmente quedé muy feliz con la elección de Mario Vargas Llosa para el Nobel de Literatura. De él conozco Pantaleón y las visitadoras, La ciudad y los perros (que aquí, por lo menos en la traducción que tengo, tiene el curioso título de Batismo do fogo2), y sé que escribió sobre un trágico episodio brasileño, la Guerra de Canudos, en La guerra del fin del mundo. Conozco también un poco del Inca Garcilazo de la Vega, Ricardo Palma, Abraham Valdelomar, Julio Ramón Ribeyro y César Vallejo, uno de los más importantes poetas del siglo XX. De la literatura en lengua española más contemporánea, he leído a Roberto Bolaño, Ricardo Piglia, cuyas reflexiones sobre el cuento me interesan bastante, y, en este mismo momento, la novela Tu rostro mañana de Javier Marías.

JV: Por lo que he indagado, este libro es una recopilación de varios años publicando en diversos medios, cuéntanos un poco del proceso de selección.

LG: Escribí los cuentos que integran El vuelo nocturno de las gallinas en un periodo de diez años. Es un libro pequeño, de donde se concluye que escribo poco y breve. Hice la selección, reescribiendo, cortando, depurando, e intenté ordenarlos de modo que estuviesen ligados por una trayectoria que fuese desde la opresión, desde el sofocamiento, hasta la liberación.

JV: Bien, veo que en muchos de tus cuentos los personajes se mueven en una realidad cotidiana hasta que son sometidos a situaciones insólitas o fuera de lo común: ¿Actualmente continúas esa tendencia en tu literatura? ¿Qué vienes trabajando?

LG: Sí, la realidad cotidiana y cómo lo fantástico, lo extraño, puede surgir de repente y perturbar el orden de las cosas es un tema que sigue interesándome, pero también he trabajado en cuentos donde ocurre lo contrario: las cosas más banales y cotidianas son entendidas como algo extrañísimo e inusitado. Pero mi más reciente publicación fueron poemas inspirados en formas japonesas como elhaiku y el koan, que compuse a partir de fotografías sacadas del espectáculo de una coreografía brasileña de origen japonesa que desenvuelve conceptos del budismo zen en su danza (http://www.cronopios.com.br/site/poesia.asp?id=4749).

JV: Tus cuentos mantienen también un constante halo poético, contemplativo, incluso el texto ''Ana Cristina César'' está escrito en verso ¿Literariamente, crees que éste puede ser el rasgo que más te define?

LG: No consigo escribir de otro modo. Creo que esta aura poética a que te refieres proviene de las imágenes que intento crear, de la elección de las palabras y del propio tamaño de mis textos, que casi siempre son cortos. Inclusive yo acostumbraba llamar al texto de ‘’Ana Cristina César’’ como ‘’Cuento’’… Francamente, creo que no existe prosa que no sea poética.

JV: El cuento que da titulo al libro narra la historia de una mujer que espera el regreso de su pareja mientras contempla sus senos y todo a su alrededor de tal forma que se pierde sutilmente en la obsesión e incluso la paranoia ¿Puede ser ésta parte de su visión del amor femenino?

LG: No sé, porque cuando escribí este cuento tenía en mente una cosa muy puntual: que el hombre de la historia no volvería nunca, aunque eso no quede claro en el texto. Él podría haber muerto durante un viaje, podría haber abandonado a la mujer, etc. O sea, no es la visión del amor en general, sino del amor delante de un acto específico: la desaparición de la persona amada.

JV: El epílogo del libro es un collage de diversos fragmentos de textos de otros autores como Machado de Assis, Clarice Lispector, Samuel Becket o Borges, ¿por qué una elección tan heterogénea? ¿Qué influencia crees que recibiste de cada uno?

LG: Gusto mucho de los finales de textos, más que de los comienzos. Tengo una fijación por la última frase, por la última palabra. Por eso, quería componer un texto final hecho sólo de finales que yo juzgaba interesantes. Eso no significa, necesariamente, que haya sido influenciada por todos aquellos autores, sino por ciertas cosas que escribieron.

JV: Muchas gracias por permitirnos conocer un poco más de Leila Guenter, estoy seguro que esta entrevista interesará a los lectores peruanos.

LG: Soy yo quien te agradece, Juan, por la oportunidad de responder a tus preguntas.