Quizás pienses, lector, que este libro tiene que ver con un hombre que anda por la vida con una bolsa en la cabeza. No es tanto así, nunca aparece tal personaje. En estos doce cuentos reunidos en Un hombre feo, los que sí aparecen son: un colegial que quiere incendiar su colegio, un niño que busca en los choclos frescos un gusanito para tener de mascota, una chica que piensa seriamente en meterse dentro de la maleta de un africano para conocer nuevos continentes, hasta un tío que se pregunta por qué el viejo Yaga de los Thundercats solo aparecía unos segundos en cada episodio.

¿Qué tienen en común estos personajes con el hombre de la bolsa en la cabeza? Se podría decir que han dejado de mirar el mundo para mirarse a sí mismos, pero no en busca de redención, sino de aquel fin que solo una sarta de héroes delirantes puede buscar: alegrar a todos aquellos que saben que los libros de autoayuda no ayudan en nada.