Estuvimos en la feria en distintos tiempos, y por todos lados. Tratamos de entrevistar a Fuguet pero estaba ocupado con Denisse Arregui. Igual hablamos con la gente de prensa de la Cámara, gracias a Pedro que nos dijo donde andaban , y parece que hoy día podremos hablar con él (no con Pedro, sino con Fuguet). Nos dimos además algunas vueltas por las conferencias de editores. Llegamos un poco tarde a la primera que era sobre editoriales independientes, así es que sólo escuchamos un par de exposiciones, la tercera fue cedida al público por el ponente. Una señora levantó la mano: "mi hijo escribe poesía y como todo poeta lo único que desea es ser leído. Aquí tengo un folder de manila con su manuscrito, ¿pueden aceptarlo?"

El tema de la otra mesa: "Edición del libro infantil y juvenil peruano". Allí descubrimos de qué editorial venía ese personaje perturbador que se pasea por toda la feria. Un muñeco rosado en calzoncillo blanco y con una capa roja. Quisimos preguntarle al editor ¿quién, dentro de la editorial, era el tipo perverso que había creado aquel ser que tanto nos había llamado la atención? (sobre todo a Carla, una cuasi integrante Borrador) pero nos quedamos con las ganas. Somos aún tímidos, aunque prometemos, para los que aún no han ido a la Feria, colgar una foto con mayores detalles de este individuo.


Ya en el tema propio de la literatura infantil se dieron varios datos interesantes, sobre el mercado infantil editorial, por ejemplo:

-El crecimiento de esta área en las editoriales grandes ha hecho que se una a otras áreas en proyectos conjuntos como el plan lector para colegios (caso Ediciones Santillana)
-La literatura infantil, relegada en una época o vista como "menor", ahora lleva la delantera en ventas y por tanto en generación de recursos para la empresa. Vimos como a todos los editores (incluido el nuestro) les brillaban los ojos alucinando un futuro sin deudas, donde todos los niños, y adolescentes compran nuestros libros, mientras nosotros nos dedicamos a escribir, o mejor aún a no hacer nada.

Y ya para terminar, dentro de la conferencia estuvo otro avezado autor intentando vender su obra: preguntó cuanto era el porcentaje que recibía un escritor por dar su manuscrito a una editorial (el único que respondió fue Javier Arévalo) y llevó ya no sólo un sobre de manila, sino un libro impreso con investigación de mercado incluida.

Esperemos que hoy día Salomón pueda colgar todos los videos, fotos y demás material que hemos recolectado. Le pase la voz hoy día temprano, pero me dijo que tenía mil cosas que hacer, y que apenas tuviera tan sólo unas 999, su prioridad sería subir todo de una vez.

Saludos

Leonardo.

(no quieren que firme como Borrador y además quieren que deje expreso que lo dicho en estas líneas no necesariamente es opinión de la Corporación Borrador, siempre Independiente)